Porque visitar es más rico
Todos los seres humanos somos sociables, aunque no todos somos al mismo nivel de sociabilidad. Muchas personas tienen por sentado que donde viven, será donde mueran y esperan su tiempo, sin disfrutar de los maravillosos lugares que existen fuera de ese ya monótono entorno; y simplemente mueren. Más allá de las montañas o de las llanuras, y de los mares que hasta ahora conocemos, si es que vives cerca a algunos de estos lugares, sabemos que existen otras personas espectaculares, seres humanos que sin duda vale la pena conocer. Serán quienes en muchas maneras nos reciban con un fuerte apretón de manos, o un abrazo rompe-costillas. Son personas en quienes te sentirás maravillad@, te escucharán o escucharás y de algún modo siempre aprenderás algo nuevo, algo único. Comenzarás a probar nuevos sabores, nuevos aromas y tendrás experiencias que sin duda alguna te harán entender que eres mucho más de lo que normalmente vez en el espejo.
La infinidad de nuevas cosas que vivirás solo por salir a visitar el excitante mundo que se re-siente aun porque no lo has ido a explorar, es mucho más rico a quedarse congelado.
Los miedos abundan por doquier, quien dijo que sería fácil, o que sería cuestión de cerrar y abrir los ojos para llegar. Llegar a disfrutar del destino no es lo único; más se goza y se disfruta del camino, de las aventuras, y hasta de los riesgos que se presentan. De todo esto se goza, porque salir a visitar es mucho más rico.
Planea cual será tu primer lugar, visualiza por cuanto tiempo estarás allí, siendo este el recurso más importante para la odisea que piensas emprender. Siempre deja buenos amigos a donde sea que visites. Las puertas nunca se cerrarán.
Dios te acompañará siempre a donde sea que vayas.
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